lunes, 22 de febrero de 2016

Cielo sobre suelo

La ciudad enamora, por sus distancias a nuestro tren de los lunes, los martes y de todos los días. Porque su silueta de bloques de azoteas dibuja montañas al atardecer, con copas de vino desde tu ventana.

Tantas veces durmiendo sola, que de repente quieres que un miércoles sean todos los hombres de todos los días.

Dices ser la mujer más importante de mi vida, sin pararte a pensar ni un segundo, lo que yo represento para ti. Alguien a quien debes cambiar a la llegada del próximo tren, para el próximo fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario